viernes, 23 de enero de 2009

Crisis económica: ¿culpa de quién? (4/4)

LO QUE DEBERIA HABER SUCEDIDO

Evidentemente, evolución es progreso, pero en el reino animal la evolución de determinadas especies las llevan a su extinción. Así ha podido ocurrir con la banca, abandonando su negocio tradicional, por otro basado en el riesgo y en la incertidumbre, la banca comercial ha jugado a banca de inversiones, quizás esta evolución no debería haberse producido nunca; dentro de este juego se ha querido introducir también como un factor estimulante los bonus, los incentivos, etc., quizás este factor debía haberse aplicado mediante un análisis riguroso de los resultados de su aplicación, para haber dado un golpe de timón antes de que el barco se hundiera.

Íntimamente ligado a lo anterior, quizás debería haberse regulado mejor todas las operaciones bursátiles, estableciéndose mayores mecanismos de control y haciendo funcionar los de supervisión con auditorias fiables a las que se le pudieran exigir las responsabilidades subsidiarias.

Referente al modelo de crecimiento económico elegido, basado principalmente en la construcción, quizás no es el mas adecuado para un desarrollo sostenido, quizás se debería de haber realizado un estudio de las necesidades de viviendas de la población, adecuando la oferta a la demanda, con lo que se hubiera evitado los excedentes actuales, quizás debería haberse averiguado el tipo de vivienda a construir y el segmento de población necesitado, quizás conociendo estas variables se hubiera llegado a la conclusión de que lo que verdaderamente necesitaban los ciudadanos, eran viviendas de protección oficial, o de precio tasado o lo que fuera, menos viviendas libres que generasen, espiral de precios y especulación, quizás la gente no se hubiera sobre endeudado de la forma que lo ha hecho.

En cuanto a la industria, base fundamental para un crecimiento del PIB, quizás se le debería haber prestado una mayor atención, insuflando los fondos necesarios para incrementar la productividad, pero claro igual que en una manta, si te tapas los pies, dejas de taparte el cuello, con el dinero pasa igual y había que destinarlo a lo más rentable, lo que producía mas negocio inducido.

LO QUE SE DEBE HACER


No lo sé, pero los estudiosos se debaten entre dos teorías:
  1. Una propugnada por Adam Smith, basada en la economía de libre mercado con “una filosofía muy clara de dar libertad a los hombres, con el único límite de los derechos de sus vecinos, la búsqueda de su propio interés será el motor que permita que la sociedad avance”.
  2. La otra propugnada por Keynes, basada en que “los mercados no pueden y no deben regularse solos. Es necesaria la intervención estatal porque la utopía de que la búsqueda del interés personal, conduce al bien general, es una falacia. Lo que se necesita es un regulador, un planificador que coordine la economía para paliar las inevitables injusticias”.
Estas dos teorías son las que se han aplicado a lo largo de la últimas crisis.

Tras un periodo de ideas liberalizadoras se produjo el crack del 29, se aplicaron las teorías de Keynes auspiciadas por el Presidente Roosvelt, iniciándose una época de intervencionismo y de proteccionismo con el NewDeal. Como en economía nunca dos y dos son cuatro, sus detractores declararon posteriormente que de no haberse producido la intervención económica, se hubiera salido antes de la recesión.

De nuevo, en los ochenta, se produjo una convulsión económica pero esta vez fue Milton Friedman, premio Nóbel de economía, quien introduciría de nuevo las ideas liberalizadoras en los gobiernos de Margaret Tatcher y Ronald Reagan, ideas que han perdurado hasta hoy con los neocon.

Pero pienso que como todo en el mundo, en el termino medio está la virtud y una economía mixta, con una mezcla entre Estado y Mercado cuya proporción varíe en función de la coyuntura internacional es la que debe regir en estos momentos.

Empezando por aplicar estas medidas por ejemplo:
  • Máxima transparencia de las operaciones
  • Límite al apalancamiento de las Entidades Financieras
  • Regular el sistema crediticio
  • Revisión de los modelos de supervisión y agencias de recalificación
  • Reformar los sistemas de remuneración a los directivos y eliminar blindajes
  • Control de los fondos de inversión y coto a los paraísos fiscales
  • Regulación de los mercados en especial el inmobiliario, tan sensible al ciudadano
  • Prohibir la especulación sobre los comodities (alimentos y mercancías en general)

jueves, 22 de enero de 2009

Crisis económica: ¿culpa de quién? (3/4)

LO QUE HA SUCEDIDO

Si tenemos unos estamentos públicos que se han preocupado bastante menos de regular el mercado que de intervenir en operaciones de amiguismo personal, favoreciendo movimientos corporativos, en lugar de potenciar el crecimiento orgánico de las empresas. Como ha quedado demostrado en el intento de desembarco en BBVA, o la OPA. de Endesa, o el préstamo para la compra del 20% de Repsol, sin necesidad de dar nombres.

Si tenemos unas Comunidades Autónomas que se han preocupado más por conseguir poder autonómico y financiación que en buscar un desarrollo sostenible.

Si tenemos unas Corporaciones Municipales que se han encontrado con el tesoro de Alí Baba al alcance de su mano, con solo poner la firma en un papel, con presupuestos aprobados, donde el peso de los ingresos, obedecía principalmente a que la construcción tirara del carro.

Si tenemos un ICO al que le drenan, los ya escasos fondos que tiene disponibles, para operaciones transaccionales de operaciones corporativas de determinadas empresas.

Si tenemos un Banco de España que, aunque ha exigido el cumplimiento de la normativa relativa a la cobertura de riesgos por insolvencia, no ha sabido inculcar la prudencia necesaria para evitar el gran endeudamiento de la unidad familiar

Si tenemos una CNMV. que en su función de vigilancia y control ha demostrado su ineficacia en algunas ocasiones, con un gran quebranto al colectivo de inversores y gran trascendencia mediática

Si tenemos unas entidades de crédito que presumían anualmente del gran crecimiento de sus beneficios, expuestos a bombo y platillo y se regocijaban, esta vez sin trascendencia mediática, de las suculentas remuneraciones percibidas, importándoles bien poco lo que les podía pasar a los prestatarios, a los que casi habían forzado a la obtención del crédito y con una solvencia más que dudosa o lo que les podía pasar a los inversores, a quienes les habían canalizado sus inversiones, en productos de “alta rentabilidad”, pero para ellos, por las comisiones de intermediación percibidas.

Si tenemos unos promotores inmobiliarios que tras resurgir de las cenizas de la anterior crisis, iniciada a mediados de los noventa, han encontrado el ofrecimiento de la Corporación Municipal de turno, el apoyo incondicional de las entidades de crédito, la connivencia del Gobierno y al particular ávido de comprar una vivienda y que se pone a construir mas viviendas, de las que puede absorber el mercado

Si tenemos unos particulares que podemos llamar Juan Español que de la noche a la mañana lo hicieron “Rey por un día”, poniéndole la alfombra roja al entrar en las oficinas lujosas de las inmobiliarias y de los despachos de los directores de las entidades de crédito, para solicitar su crédito, con el que iba a comprar una vivienda que cada vez iba a valer más y él cada vez a hacerse más, rico no importando el altísimo endeudamiento que estaba asumiendo.

Si tenemos un tejido industrial cada vez más obsoleto, escasamente productivo y con una competencia que lo bloquea en el exterior.

Lo más probable es que, ante las turbulencias económicas aparecidas que abocan a los Estados hacia una recesión generalizada o más bien una depresión que puede provocar una crisis social de incalculables consecuencias, “pillen” a nuestra Nación en una posición más desfavorable que el resto de países y de donde nos cueste mas tiempo salir, debido a que:

Con la negación reiterada de la degradación de la situación económica no se han estructurado las medidas para paliarla, tomándolas luego precipitadamente y tarde.

La falta de actividad económica, ha mermado notablemente la capacidad recaudatoria de todos los estamentos públicos y por ende poder disponer de los fondos necesarios para atender necesidades sociales y económicas debiendo recurrir a la emisión de Deuda Pública de la que tendrá que pagar un CDS (seguro de riesgo) más elevado debido al crecimiento del déficit público.

Referente a las Corporaciones Municipales que Dios nos pille confesados, sin la fuente de ingresos procedente del Impuesto sobre la construcción, preparémonos para el IBI que viene y el incremento de las tasas por prestación de servicios.

Las entidades de crédito han empezado a sufrir la escasa solvencia de las operaciones concedidos, traduciéndose en una elevada morosidad, tanto de particulares como de empresas, principalmente promotoras, con lo que las dotaciones mermaran considerablemente la cuenta de resultado. No obstante para paliar esta sangría, llegan a acuerdos con las inmobiliarias, aceptando viviendas en pago de deuda, volvemos otra vez a los años 90, la historia se repite, como también se repetirá la historia en la reclamación de la deuda morosa de los sufridos compradores de viviendas, a los que tras la adjudicación de la garantía en tercera subasta, continuaran reclamándoles deuda impagada, porque el importe de adjudicación es inferior al montante de la deuda. Moraleja manda un primo a la subasta para que haga subir la puja porque como se puede ver, hay distintas varas de medir para ofrecer soluciones.

Asimismo, como la captación de depósitos de pasivo dejó de ser prioritaria, olvidando el negocio tradicional de la banca y encuentran problemas de financiación exterior debido a la desconfianza en el mercado interbancario y a que nadie compra su deuda emitida, no disponen de tesorería para la concesión de préstamos y si lo tienen, ahora las operaciones las miran con la rigurosidad que antes no hicieron y no los conceden tampoco.

Las sociedades inmobiliarias, con una construcción de unas 800 mil viviendas al año hasta 2007, han empezado a notar la paralización del crédito, no hay compradores y con un riesgo muy superior a los 25 mil millones, no pueden hacer frente al pago de los préstamos, entrando en una morosidad superior a los 5 mil millones y como consecuencia, se está produciendo concursos de acreedores en cadena que dejan sin trabajo a miles de trabajadores, no así sus propietarios que aunque pierden su estatus en la revista FORBES, continúan con una vida “bastante” desahogada.

Las industrias que siempre han sido las hermanitas pobres de todo el tejido productivo, se encuentran que no obtienen financiación para su circulante que es como la sangre para el cuerpo humano y además la demanda cae notablemente con lo que la inflación se modera, pero acercándose peligrosamente hacia la deflación. En esta situación se producen los ERES, los despidos masivos y los cierres de las empresas.

Mientras tanto que sucede con los Juan Español, han visto como paulatinamente han subido los tipos de interés de sus préstamos, hasta sumar una cuota de amortización insoportable de asumir, ¿quién le había advertido que esto pudiera ocurrir?. Pero no paran aquí sus desgracias, desaparecen las horas extras, se quedan en el paro y los ingresos disminuyen notablemente, evidentemente dejan de atender las amortizaciones de su alto endeudamiento (hipotecario y personal). Las consecuencias son nefastas, ejecuciones de préstamos, subastas, pérdidas de esas viviendas que antaño los hacía cada vez más ricos y quebrantos por las cantidades entregadas, tanto a bancos como a promotoras, con las que llegado el momento de formalizar el contrato de compra no lo pueden hacer por no obtener financiación y se van a quedar con una buena parte de lo entregado a cuenta. Ahora es cuando llueve de verdad y les quitan el paraguas. Pero no solo se perjudica al cliente de activo, también al de pasivo al invertir en fondos SIV, SICAV. ,Fondos de Pensiones, etc. que ven como el valor de sus participaciones se esfuma, perdiendo ese complemento a la pensión de la que tanto se recomendaba, quizás los mas jóvenes vean resurgir de nuevo sus derechos consolidados pero ¿y los que la jubilación la tienen a la vuelta de la esquina?.

Ni que decir tiene que el consumo se retrae, no solo por quienes no pueden permitírselo sino también por aquellos que están viendo las barbas de su vecino afeitar y prefieren ahorrar antes que consumir, cuando en este momento para salvar la economía se requiere lo contrario.

miércoles, 21 de enero de 2009

Crisis económica: ¿culpa de quién? (2/4)

AGENTES ECONOMICOS PRIVADOS

ENTIDADES DE CREDITO

Inicialmente las entidades bancarias recibían los depósitos de los clientes a quienes remuneraban con un interés, fruto del beneficio que ellos obtenían a su vez, invirtiendo esos depósitos, en préstamos concedidos a otros clientes necesitados de efectivo.

El diferencial entre el pago de intereses y el percibido era el margen de intermediación del banco considerado como beneficio.

Esta forma de trabajar estructuraba un balance en las entidades donde los depósitos eran superiores a los créditos concedidos, tal como hoy en día tienen las entidades bancarias propias de los países emergentes (China, Australia, etc.)

La competencia entre entidades hizo que cada vez se redujera el margen de intermediación y se empezaron a cobrar los servicios prestados a los clientes que hasta entonces no se hacía, o se hacía muy poco, se incrementaron así las comisiones percibidas con lo que el beneficio ordinario del banco se incrementó.

Con el uso del dinero de plástico y el mantenimiento de las cuentas para atender cargos, las comisiones crecieron exponencialmente, llegando a ser incluso el cobro de las comisiones superior al margen de intermediación, origen del negocio bancario.

Con la formación de la comunidad económica y el establecimiento de la moneda única, la inflación se controló y desaparecieron aquellas tasas de los años 70 y 80 (15 al 20%) y los tipos de interés se moderaron, así como se incrementó la competencia bancaria, el diferencial de intereses, entre operaciones de activo y pasivo, disminuyó.

Al mismo tiempo, se había iniciado una guerra de competencia entre entidades para reducir el cobro de comisiones.

Con estos ingredientes, era necesario incrementar la cartera de préstamos, para que un mayor volumen produjera un mayor incremento de ingreso por intereses.

Se encontró la formula vía cedulas hipotecarias, titulizaciones, cesiones de crédito, emisión de deuda etc. De esta forma las inversiones podían crecer ad infinitum. Se obtenía financiación con la garantía de los mismos préstamos concedidos que eran sacados de los balances de las entidades, respetándose de esta forma, los coeficientes de solvencia.

El pasivo dejó de convertirse en el leit-motiv de los bancos y prácticamente dejó de remunerarse, es más, las comisiones por mantenimiento y prestación de servicios, obligaban a los titulares a reducir el número de cuentas bancarias. En su lugar hicieron aparición los fondos de inversión de todo tipo y adecuados al nivel de riesgo dispuesto a asumir de cada cliente. Por estos depósitos fuera de balance el banco obtiene las respectivas comisiones.

Esta evolución en la operativa de los bancos, ha llevado consigo una segmentación de su clientela, a la que ha tratado de dar respuesta adecuada, creándose divisiones (banca privada) para atender a clientes de rentas altas, a los que ofrecer todo tipo de servicios y asesoramiento financiero y de inversión, entrando en un mundo complejo, donde el cliente pierde la noción de donde esta invertido su dinero y donde se confunden los intereses del banco y los del propio cliente.

El porqué de esta confusión se debe a la avaricia por la obtención de mayores beneficios y esto es una exigencia que se transmite a todos los estamentos del banco a los que se les remunera debidamente, vía bonus, incentivos, etc. Pudiendo con ello, en esa función de asesoramiento, hacer perder la objetividad de las decisiones.

El asesoramiento, se somete a los objetivos del banco, se empiezan a conceder préstamos sin un análisis riguroso del riesgo, el principio básico de prudencia se pierde, a los clientes se les conduce hacia un abismo futuro, pero ¿qué más da? El objetivo se cumple y los bonus forman parte de la fuente de ingresos del ejecutivo de turno. Comienza la crisis sub-prime, de la que tampoco voy a hablar porque ya se ha explicado por activa y por pasiva su origen. Los préstamos sub-prime se convierten en la solvencia de determinados fondos de inversión (vía MBS. = Mortgage Backed Securities) con un fuerte apalancamiento y se cierra, así, el circulo con el casino de la bolsa que como estamento económico, he mencionado antes. El caldo de cultivo esta servido.

PROMOTORES INMOBILIARIOS

Aprovechando esta benevolente política bancaria y esta relajación en la concesión de préstamos, renacen de sus cenizas nuevamente promotores inmobiliarios que habían desaparecido tras la crisis del 97, donde se vieron obligados a ceder sus promociones tanto terminadas como no, a las entidades de crédito que se convirtieron en dueños de miles de viviendas, teniendo que crear divisiones inmobiliarias para gestionar estas enormes carteras. Crearon entonces sus propias sociedades que con el tiempo volvieron a ser rentables y vendidas a nuevos o antiguos propietarios, muchos de ellos arribistas que sin experiencia y sin solares con un debido periodo de maduración, se sumergieron de nuevo en el mundo de la promoción inmobiliaria al socaire de una desregulación total, como ha quedado demostrado por las numerosas denuncias presentadas ante la Comunidad Económica Europea, Con esta situación los propietarios de estas inmobiliarias, en connivencia con las autoridades de Corporaciones Municipales, empezaron a aparecer en las listas de Forbes con fortunas de muchos dígitos, solo por el hecho de encontrarse en el sitio y en el momento adecuado, la mayoría sin aportar capital y con alto apalancamiento financiero. Daba igual, la banca estaba de acuerdo y además le redondeaba la jugada, concediendo préstamos al comprador con o sin solvencia que veía como le facilitaban los créditos hasta por importe superiores al de la compra, algo inaudito para ellos, entrando con ello en una espiral de precios al alza de los inmuebles que enriquecía todavía mas estos promotores. La tragedia se estaba cerniendo sobre el siguiente estamento, los particulares, sin que el estado moviera un dedo para evitarlo, estamos en una economía de libre mercado, allá cada cual.

PARTICULARES

El verdadero perjudicado de esta situación, bueno no todos ellos, porque dentro de este estamento se encuentra un subgrupo que es el especulador, verdadera lacra que ha contribuido a esa espiral de precios de la que antes hablábamos y que, si ha sabido salirse a tiempo, se ha labrado una buena fortuna. Pero este no es el caso de la gran mayoría de la clase trabajadora que sin darse cuenta le ponían el dogal al cuello, sin advertirle de los riesgos que corría si la situación se invertía y que había grandes posibilidades de que esta situación se invirtiera, porque el modelo era imposible mantenerlo, no a medio, sino a corto plazo, pero claro ahí estaban los gurus de la economía y de la política que en ningún momento reconocieron la existencia de la burbuja inmobiliaria, en todo caso un aterrizaje lento. Al pueblo no había que darle pan y circo, como en tiempo de la Roma de los emperadores, sino préstamos y pisos a gogo, su falso efecto riqueza crecía y cada mes que pasaba, ese particular, era 6.000 o 12.000 euros más rico, que equivocado estaba, lo habían engañado con el cuento de la lechera. Como el modelo generaba muchos ingresos a una minoría, no había que cercenarlo, al fin y al cabo había mucho mano de obra colocada pero ¿en qué? En algo que generaba prosperidad para todos o riqueza para unos pocos.

AUDITORES

Nos podemos preguntar, pero que pito toca aquí este estamento. No en cuanto a esta crisis nuestra, pero es que a nosotros nos ha venido importada una crisis financiera y ésta si que le ha afectado la desconfianza de sus clientes al ver como se desmoronaban sus inversiones, colocadas en entidades de primera fila o fondos para clientes VIP que luego han resultado de dudosa reputación o inclusive fraudulentos (pirámides de dinero), como estamos viendo en la actualidad y que habían sido auditados sin salvedades. Esta desconfianza se ha contagiado entre las propias entidades, cerrándose el mercado interbancario del crédito, así como la salida de su emisión de deuda, no consiguiendo con ello las entidades, la liquidez necesaria para atender las necesidades financieras de sus clientes que son los que pagan las consecuencias.

EMPRESAS

Nuestro tejido industrial tiene una productividad muy baja y adolece de una escasa inversión en i+d+i, haciéndolo poco competitivo y necesita de una enorme financiación para su transformación y hacer a nuestras industrias más competitivas.

martes, 20 de enero de 2009

Crisis económica: ¿culpa de quién? (1/4)

Inauguro el blog intentando arrojar un poco de luz acerca de la situación de crisis que vive ahora mismo la economía mundial. El documento es demasiado extenso para una entrada, así que lo he dividido en varias entregas. Se ha preferido usar un vocabulario accesible a los profanos en la materia. Sin más, con Vds:

CRISIS ECONOMICA. ¿CULPA DE QUIEN?

AGENTES ECONOMICOS PUBLICOS

ESTADO /GOBIERNO

Hemos vivido una última etapa de prosperidad económica que ha representado un suculento superávit en las arcas del estado, pero empíricamente esta demostrado desde la época bíblica que a periodos de hambruna suceden otros de bienestar, como así ha sido siempre y también en los últimos años. No hacía falta ser ningún Nóbel en economía para saber que este crecimiento no iba a ser eterno y en nuestro caso carecía de unos fundamentos sólidos puesto que nuestro incremento del PIB superior al de otros países europeos se debía en su mayor parte a los fondos de cohesión y estructurales obtenidos de la Comunidad Económica y no debido a nuestro sector industrial que adolece de los mismos vicios y defectos de antaño y que no vamos a tratar aquí. Es decir nuestra economía era un gigante con pies de barro donde el tejido productivo estaba basado en los servicios y en la construcción, principalmente, con una mano de obra intensiva y poco cualificada, donde se podía aplicar el aforismo de pan para hoy y hambre para mañana.

Poco ha importado esta circunstancia a nuestros dirigentes que, con este modelo, el paro descendía, el dinero circulaba y lo más importante de todo la recaudación de impuestos engordaba las arcas del estado. Pero, ¿donde estaba el verdadero desarrollo de la industria?.

COMUNIDADES AUTONOMAS

Son auténticos virreinos, pero siempre faltos de presupuesto para atender sus necesidades y la construcción les proporcionaba pingüe ingresos, vía cesión de impuestos por parte del estado, había que cerrar los ojos y olvidarse del desarrollo sostenible y de aquello de que somos administradores de la tierra que debemos dejar a generaciones futuras. Todo el monte es orégano y las costas también.

CORPORACIONES MUNICIPALES

Siempre tan ávidas de dinero, encontraron también en la construcción la manera mas fácil de obtenerlo, dejando que se perdiera la naturaleza de su propio terreno por la vía de las recalificaciones abusivas y perdiendo también su propia identificación con la tierra, tan próxima a ellos. Pero esto añadido a los impuestos sobre la construcción y otras tasas, como sus hermanos mayores, hacía que el dinero rebosara en sus arcas.

BOLSAS

Con el origen del capitalismo las bolsas encontraron su razón de ser. En ellas se casaban las operaciones de compra-venta de acciones de las sociedades anónimas, pasando los títulos valor de unas manos a otras, en función de necesidades de tesorería o interés de dominio. Las transacciones se hacían fundamentalmente, tras análisis minucioso de la situación de la empresa y sus expectativas de futuro, basándose en los distintos procedimientos que tampoco voy a entrar en ellos, para soportar las decisiones que generalmente tenían un sentido económico. Los analistas jugaban su papel porque había razones objetivas en los movimientos producidos.

Pero esto se trocó y hoy en día las bolsas se han convertido en casinos, donde se juega con futuros, derivados, estructurados, y demás productos con jerga anglosajona que no nombro, donde el cliente de base no sabe lo que compra ni lo que vende y donde las oscilaciones de cambio se producen mas por la especulación (operaciones de short-selling, etc) de los grandes fondos, que por la compra-venta del cliente de a pié que se ve involucrado en un carrusel de subidas y bajadas que no tienen fundamento económico, haciendo diferir notablemente los valores contables de la empresas con sus valores de cotización. Los analistas se dedican a “justificar” las subidas o las caídas, una vez producidas, con gran ingenio porque les quieren dar un marcado carácter económico a lo que no deja de ser mas que puras operaciones especulativas.

INTITUTO DE CREDITO OFICIAL

Este seudo-banco es lo único que queda de la banca oficial de antaño, Banco de Crédito Industrial, Bancos de Crédito Locales, Banco Exterior y posteriormente Argentaria. Ahora quizás cuando la banca no hace caso de las directrices del gobierno de conceder mas préstamos, se puede echar de menos a estas entidades. Pero volvamos a lo que tenemos; es este organismo el que a través de la banca proporciona los fondos necesarios para que la banca instrumentalice los créditos de apoyo principalmente a la industria. Pero, si debe ser así ¿qué hace el ICO actuando de agente e inversor en un préstamo sindicado para que determinado señor desembarque en Repsol?, ¿no se están drenando fondos que podían ir a la pequeña y mediana industria, en beneficio de un particular que sin aportar ni un duro se hace con el 20% de una compañía emblemática?

BANCO DE ESPAÑA

Gracias a sus directivas a las Entidades de Crédito, en materia tanto de previsión como de provisión de riesgos, se han creado los fondos de cobertura necesarios para mantener sus balances mas saneados que los relativos a la banca de otros países. Aunque ha faltado poder de convicción a la hora de aconsejar una mayor prudencia en la concesión de riesgos por parte de nuestras entidades.

COMISION NACIONAL DEL MERCADO DE VALORES

La labor de vigilancia de este estamento ha estado en tela de juicio ya en determinadas ocasiones, produciéndose dimisiones por desacuerdos con órganos consultivos del gobierno, lo que evidencia determinada sumisión en algunos asuntos, no hace falta decir cual. Asimismo recientemente en su ejecutoria ha quedado demostrado que no ha sabido anticiparse a la irregularidad de determinados “chiringuitos financieros” que tampoco hace falta decir cuales, pero que con este pecado de omisión ha contribuido a aumentar la desconfianza y la inseguridad de los inversores.